El MACA abre de nuevo sus puertas al estudio y análisis de la arquitectura contemporánea a través del material más sensible: los dibujos, los planos, las maquetas… el mundo de la ideas. La mesa del arquitecto es un ciclo de encuentros en torno al arte y la arquitectura alrededor de una mesa donde se han dibujado muchos proyectos. Un tablero, un papel, la tensión: trazos y líneas, tintas que pertenecen a su memoria que ahora se desvelan para acercarnos a los creadores de espacios. Sus arquitecturas, sus influencias, sus orígenes, la trastienda de sus almas para que la mesa del arquitecto siga dibujando… y nosotros, aprendiendo.
Luis Fernández Galiano, Director de la revista Arquitectura viva, comenta en un artículo a propósito de del libro «Enseres domésticos » de Verdú:
«Autor de una obra extensa que transita de lo íntimo a lo público, el escritor y periodista Vicente Verdú ha practicado también la crítica de arquitectura y, de un tiempo a esta parte, la pintura, como atestigua el lienzo que ilustra la portada de su último libro. Doctor en Ciencias Sociales por la Sorbona, redactor jefe de Cuadernos para el Diálogo y miembro del equipo fundador del diario El País, donde fue Jefe de Opinión y Jefe de Cultura, Verdú es un intelectual que oculta la amplitud generosa de sus conocimientos tras una destreza literaria deslumbrante que finge producto sólo de una sensibilidad exacerbada………………….
El Vicente Verdú que muchos admiran por sus penetrantes análisis del mundo contemporáneo … es también un agudo observador de lo más próximo, y tanto su lente macro como su óptica micro desvelan con sabiduría visual y temblor literario universos arquitectónicos.»
Para ilustrar este comentario entresacamos unos párrafos que el mismo Vicente Verdú escribe en un artículo, a raíz de un congreso de arquitectos, publicado en el País en junio del 2010, en su columna «Corrientes y desahogos», titulado «Arquitecturas y ‘vuvuzelas'» :
«Pero la crisis económica y cultural en la que de golpe hemos llegado a precipitarnos ha orientado el pensamiento hacia recursos e ideologías que anteponen la vida real al efectivismo, la austeridad pacífica a la guerra de la magnificencia y la funcionalidad al malabar.
……..
¿El arquitecto es un filósofo, un moralista? Y un sociólogo y un político, y tres o cuatro cosas más….el continuo sonar de sus vuvuzelas teóricas se correspondían bien con las que, de una a otra punta del mundo, anuncian el paso de una fanfarria arquitectónica a una sencilla arquitectura de la honradez. O lo que es lo mismo: la sustitución del menos fotogénico, por la honesta genética del más.»
Entrada libre