Colección Florencio Martín. Depósito temporal.
Julio González, 7 dibujos sobre papel, fechas diversas
Fechas de exposición: de febrero de 2015 a agosto de 2020
Estos dibujos de Julio González acompañan las espléndidas obras que posee la Colección Arte Siglo XX: “Montserrat criant nº 2”; “Nature morte”; “Petit masque aéré” y “Petite maternité assise”, ampliando la visión que tiene el Museo de este artista.
La obra sobre papel ocupa una grandísima parte de la producción artística de Julio González, sin embargo, en su mayoría no fueron creados para ser expuestos. Julio González dibujó constantemente a lo largo de su vida, incluso en los momentos en los que trabajaba en otro medio. A través de sus dibujos se puede seguir su evolución, sus progresos, los puntos en los que se detiene y los caminos que emprende.
Para el artista, el dibujo cobra una función singular, es el laboratorio de la transformación de su escultura. En su etapa de madurez que se inicia hacia 1927, descubre una transición continua del trazo sobre papel al gesto de cortar el metal. Tan importante es la línea dibujada sobre un papel como el corte de la cizalla en el metal. En 1928 el artista estudia el uso que Picasso hacía del dibujo para comunicar sus intenciones escultóricas. De ahí surgirá su concepción de dibujar en el espacio de la escultura moderna. A medida que su escultura se vuelve más abstracta y hermética, el dibujo permite descubrir la persistencia de sus preocupaciones figurativas.
El dibujo en Julio González está estrechamente relacionado con la escultura, sin embargo, no siempre existe un dibujo previo a la escultura, en ocasiones los ejecuta a posteriori, mostrando que las imágenes eran generadas por el proceso constructivo de ensamblar sus componentes en el espacio. A veces, el dibujo preliminar, trazado a lápiz, ha sido repasado y modificado a pluma tras haber ejecutado la versión escultórica.
Estas obras depositadas en el MACA ponen de manifiesto la maestría del artista en el manejo de diferentes técnicas: aguada, tinta china, plumilla, lápiz o lápices de colores. Además, estos dibujos son un ejemplo de su iconografía más característica, dominada por la figura femenina, generalmente representada a través de desnudos, maternidades y por el predominio de las máscaras y retratos, así como sus habituales escenas de trabajo en el campo.