«Ya tengo el Juan Gris en casa, 75.000 dólares!!!! Estoy aterrado (…)Te ruego que pongas cerrojos adecuados en la puerta del fondo (de La Asegurada)», escribió Eusebio Sempere al alcalde de Alicante Ambrosio Luciáñez en 1977, poco antes de la apertura del museo alicantino con los fondos de su colección. Ese cuadro de Gris adquirido por Sempere, Naturaleza muerta en la servilleta (1924), es el origen de la muestra inaugurada ayer, Colección Cubista de Telefónica, con la que el MACA se estrena en la piedra angular de la modernidad y muestra por primera vez el cubismo en Alicante. Un total de 38 obras, 12 de ellas de Juan Gris, para el disfrute del público hasta el 11 de enero de 2015.
Como explicó ayer la conservadora del museo, Rosa Castells, la exposición «empezó a fragurse el 4 de junio de 1976, cuando Sempere adquirió en la Galería Theo de Madrid un cuadro de Juan Gris-que en su día estaba valorado en más de 4 millones de pesetas- a cambio de 20 obras que Sempere fue entregando para saldar esa deuda». Esta pieza, que se exhibe también en la exposición, se convirtió en el primer Juan Gris expuesto en una colección pública española y en una vitrina se recuerda su llegada a Alicante.
El significado paso se produjo 98 años después, la pasada Semana Santa, con la visita al MACA de la jefa de Exposiciones y Colecciones de la Fundación Telefónica, Laura Fernández, que coincidió con Castells en que su colección cubista debía mostrarse en el museo alicantino.
Así, está es la primera ocasión «que vemos cubismo en Alicante destacó Castells y también la primera vez que la colección de Telefónica, que ha dejado en 15 ocasiones, se muestra en un museo de arte contemporáneo «Y nos hace el doble de ilusión porque tiene más sentido que en un museo generalista» apuntó Fernández tras alabar el MACA por su continente y contenido.
La muestra se articula en tres ámbitos: el eje central lo conforman los doce óleos de Juan Gris, «un artista para quien el cubismo era un estado de espíritu que no abandonaría nunca; no fue otra cosa que cubista», indicó Rosa Castells, a diferencia de los pioneros Picasso y Braque; otra parte se dedica al movimiento cubista en París, con los otros cubismos de Gleizes, Metzinger, Marcoussis, Lhote o María Blanchard, la única mujer del movimiento; y la única se centra en la expansión del cubismo en España y Latinoamérica.
La responsable de la colección de Telefónica apuntó ayer que el cubismo fue «el lenguaje de vanguardia que más impacto tuvo en las siguientes décadas» y por ello fue el germen de su colección, iniciada en los años 80 para «elegir artistas ya consagrados pero mal representados en los museos españoles, como Tàpies, Chillida, Juan Gris o Luis Fernández».
En esta exposición el espectador podrá observar una representación de algo que fue más que una vanguardia, fue el movimiento artístico que inauguró la modernidad en la primera década del siglo XX, aunque sus límites se extienden a los años 20. La descomposición de la realidad, la geometrización de las formas dio paso después a obras más matizadas de color, más líricas, en el caso de Juan Gris.
La muestra ha contado con el apoyo de la Diputación y del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana.