Paco se arranca a cantar «El Beso» de Manolo Escobar ante la obra Autorretrato de Carmen Calvo en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, MACA. Los demás visitantes y monitores se suman al final de la estrofa. «pero un beso de amor no se lo dará a cualquiera», y le aplauden. Paco tiene la enfermedad de Alzheimer, como parte de las otras personas que le acompañan, y le gusta mucho cantar, cuenta Rosa Castells, responsable del centro.

Esta es una de las experiencias que ha tenido lugar gracias a Reminiscencias, un programa con el que Las Cigarreras, el MACA y la Asociación de Enfermos de Alzheimer de Alicante , Afa, han querido demostrar la fuerza del arte contra esta enfermedad.

Desde octubre hasta mayo han abierto las puertas mensualmente para esta serie de visitas que han fomentado la interacción y la evocación de experiencias con la socialización.

En esta útlima, la pieza de Calvo-un collage de objetos cotidianos en los que repasa su vida- sirve para que las guías del museo dialoguen con ellos y hablen de sus vidas. «Esto no puede ser como una visita guiada», puntualiza Castells, «tienes que fomentar la charla y dirigirte a cada uno de ellos».

Los enfermos tienen un perfil y una educación diferentes, señalan, desde los que no han tenido previamente un contacto directo con el arte, a otro que era muy amigo de Eusebio Sempere, el artista alicantino cuya obra fue el germen de la colección del MACA.

Pero ni ese factor ni las complicaciones que conllevan la enfermedad, como la afasia, impiden a nadie expresar lo que sienten con las obras. «Esto es el arte»,comenta Castells, «despertar emociones, sean las que sean». Y reitera lo «emocionante que ha sido desde la primera visita que se hizo a Las Cigarreras».

Un cortometraje

Aparte de los estudios que se han hecho en el proyecto, un documental reflejará las experiencias vividas. De ello se ha encargado un equipo de estudiantes de Ciudad de la Luz, dirigido por Alberto Nieto , aunque destaca que «este es un trabajo que construimos entre las aportaciones de todos». Con él quieren «mostrar los setimientos de cómo los enfermos ven las obras y tienen reminiscencias de su vida». Una película en la que no se busca el enfoque médico y que para ello se personaliza con las historias de Fini y Rafael. De la primera destaca Nieto que les interesó porque era pintora y querían ver «cómo reaccionaba con su propio trabajo». El caso de Rafael lo considera especial porque «al cogerle la enfermedad muy pronto , reacciona perfectamente a todo y puedes tener conversaciones».

Gracias a este documental Nieto reconoce que «te pones más en la piel del adulto que tiene que cuidar a un familiar». Los familiares son la otra mitad del proyecto, para ellos también son muy importantes estas visitas a los museos. «Cada vez que se encuentran se cuentan las cosas que diariamente les pasan», indica Castells «y además es una forma de tener una actividad social que no tienen». Por eso el equipo de Nieto ha puesto especial énfasis en ellos, «en captar cómo siempre está el familiar en un segundo plano, cogiéndoles de la mano o viendo cómo reaccionan ante un cuadro». «El poso que se nos queda es el amor y cómo este les tira para adelante y les hace levantar cada mañana y luchar», conlcuye el director.

27/05/2013 – MIQUEL HERNANDIS

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