La muestra de la consagrada artista valenciana en la galería Alcalá 31 es antológica, telúrica y existencial.
Según se entra en Alcalá 31 quedan bastante claras una cuantas cosas: Carmen Calvo (Valencia, 1950) que actualmente ocupa esa enorme sala con Todo procede de la sinrazón (hasta el 29 de Enero) es una artista seria, rigurosa y en apariencia poco dada a las bromas. Y así ha sido desde su aparición como creadora a principios de los años 70. Lo que resulta inexplicable es que se hable de ella (y se habla, por ejemplo en Wiki) como una artista conceptual. Porque vamos, más objetual o matérica, como se decía en aquellos años, que Carmen Calvo no es cosa fácil de encontrar.