Del 26 de enero al 15 de abril de 2012.
Comisaria: Alicia Ventura. Coordinación: Rosa Mª Castells.
Premio ALCE al mejor diseño gráfico de exposición y materiales de comunicación
Primera exposición de producción propia del MACA, realizada en colaboración con el Centro de Arte Tomás y Valiente, CEART de Fuenlabrada gracias a un convenio suscrito entre ambos ayuntamientos.
Obras prestadas por: colecciones particulares, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, Patio Herreriano de Valladolid, Artium de Vitoria, IVAM de Valencia, Fundación La Caixa, Colección caja Mediterráneo, Galería Lelong de París, Fundación Aena, etc.
La exposición estaba compuesta por un total de 20 obras, procedentes de instituciones y museos así como de colecciones particulares: Componen una selección de piezas comprendidas entre 1965 y 2008 con un evidente hilo conductor, en tanto que se trata de pinturas de gran formato y potencia expresiva, que muestran al Tàpies más rotundo y significativo.
Antoni Tàpies (Barcelona, 1923) es indudablemente uno de los artistas más importantes de la historia artística del siglo XX y uno de los representantes más genuinos de la tendencia informalista.
Esta exposición invita a establecer un juego de paralelismos introduciendo el factor temporal y profundizando en la temática que acentúa sus valores estéticos. Un mismo tema desarrollado en momentos estéticos diferentes de su trayectoria artística dan como resultado sugerentes parejas de obras en las que Tàpies se enfrenta a sí mismo ofreciendo distintas visiones entre el artista de ayer y casi de hoy, siempre con el denominador común de la intensidad, la fuerza. Con el paso del tiempo esa energía, ese vigor en la gestualidad, se hacen más latentes. Su trazo contundente parece acompañado de un brazo y un corazón cada vez más jóvenes. No es necesario hacer una retrospectiva para observar esta realidad pues cualquiera de sus piezas la contiene.
Las piezas elegidas son de una gran diversidad técnica: desde de las características técnicas mixtas a base de materia sobre tela o tabla, collages de objetos o texturas, pintura sobre tela, ensamblajes o grafito sobre papel.
La exposición integra también un ensamblaje sobre tierra chamotada, es decir, una de las famosas piezas cerámicas del artista. La diversidad técnica resulta evidente y, no obstante, la sensación unitaria del conjunto es del mismo modo claramente perceptible.
Nuestra visión como espectadores actuará como el montaje en paralelo y saltará de una pintura a otra para encontrar las coincidencias y extraer los nuevos significados que sin duda, surgen más allá de la contemplación aislada de una obra en particular. En conjunto la obra expuesta resulta impactante, no sólo por el carácter de su iconografía, (duales, complementarios, contradictorios) sino también por la auténtica lucha que se establece entre la oscuridad y la luz que no obedece de manera exclusiva a la herencia tenebrista o la pintura barroca española. Temas capitales como el amor, y el dolor o la vida y la muerte son los que están más presentes en la obra de Tàpies.