La huella de la esclavitud, las heridas del racismo, la discriminación de género, el poder y el sexo forman parte consustancial de la obra de la artista afroamericana Kara Walker, de quien el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) tiene la oportunidad de exhibir la mayor muestra de esta creadora en España, presentada este miércoles en el museo, que se inaugura el 28 de febrero (19h) y se podrá ver hasta el próximo 7 de septiembre. Es, a su vez, la primera muestra individual que realiza el MACA de una artista internacional.

La exposición Burning Village de Kara Walker contiene un total de 44 piezas, todas ellas adquiridas por los coleccionistas Javier Romero y Michael Jenkins -31 de ellas forman parte de la gran colección donada al MACA en 2021 con cerca de 300 piezas- y otras 13 obras pertenecientes a su colección particular que han viajado desde Nueva York a Alicante para esta muestra. Una de ellas es, además, una videocreación de la propia artista del año 2021, que ha cedido expresamente para este proyecto.

Solo en esta última pieza aparece el color rojo emulando sangre, entre este conjunto de obras en blanco y negro de Walker, conocida por sus siluetas recortadas en estos colores de contraste, lo que confiere más dramatismo si cabe al trabajo de esta artista nacida en Stockton, California, en 1969, de quien el MACA recorre casi cuatro décadas de su trayectoria, desde 1996 hasta 2021, a través de dibujos, grabados, esculturas, libros de artista y vídeo.

«Kara Walker es una de las artistas vivas más influyentes del panorama internacional -ha manifestado el concejal de Cultura en funciones, Antonio Peral- y en esta ciudad tenemos la oportunidad de contemplar una colección de 44 obras de una artista que tiene un centenar de obras en el MOMA de Nueva York, en Los Ángeles, en la Tate Modern y en los museos más importantes del mundo, y hay que poner en valor que estas obras estén aquí en Alicante». El edil ha reiterado su agradecimiento al coleccionista alicantino Javier Romero y a su marido Michael Jenkins, con quienes «tenemos una deuda impagable» por «este magnífico legado» que «convertirá al MACA en uno de los museos más importantes del panorama nacional de arte contemporáneo».

Javier Romero, tras disculpar a Jenkins por no haber podido asistir, ha asegurado que «no será la última donación» que realicen al museo alicantino, «el bastión del arte contemporáneo en Alicante» y ha manifestado que Walker no ha podido viajar a Alicante por circunstancias personales «pero está feliz de la exposición y muy agradecida al museo». Respecto a la muestra, comisariada por la conservadora del MACA, Rosa Castells, ha considerado que «no puede ser mejor».

«Kara Walker es una de esas artistas que ha abierto puertas en el mundo del arte a otros muchos creadores de minorías raciales, de género e identidad, rompiendo así con los cánones imperantes durante siglos en museos e instituciones artísticas. Por todo ello es una artista de referencia y fundamental», ha indicado Romero, que ha mostrado su predilección por esta artista «por los temas que trata. No nos asusta la obra que pueda crear incomodidad porque la belleza o la fealdad en el arte es relativo, pero ella trata temas muy urgentes y transmite belleza tratando esos temas, y eso no es fácil».

«No deja indiferente a nadie»
Rosa Castells, que ha reconocido su «flechazo» con la obra de Walker para iniciar con ella la tercera exposición en el museo de la colección Jenkins-Romero, tras las dos anteriores para presentar los fondos donados: Más allá de los mapas en 2022 y Moving forward, looking back en 2023.

«Es una exposición que no dejará indiferente a nadie», ha indicado, ya que Walker es «una de las artistas más complejas y más destacadas» del panorama actual «con una obra incómoda, valiente, necesaria y tan sugerente. Es contundente, dura y, al mismo tiempo, de una gran belleza formal».

La comisaria ha señalado que la obra de Kara Walker «tiene tantas lecturas, tantos matices que enriquece el discurso y no puede dejar indiferente al espectador», que además no da tregua al espectador y, aunque aborde temas originariamente de la historia de Estados Unidos, nos apela «a todos», a nuestra propia historia y a la sociedad actual, «nos pone frente al espejo en temas como los que denuncia de explotación, racismo, injusticia social, la perpetuación de la narrativa del poder o la discriminación», tras recordar que hoy hay 50 millones de personas que viven en condiciones de esclavitud en el mundo.

Castells ha apuntado que esta muestra marca una nueva línea expositiva con la colección Jenkins-Romero de profundizar más en trabajos de artistas concretos, de indagar, cuestionar y reflexionar sobre el mundo actual.

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