El artista Santiago Sierra, que rechazó en 2010 el Premio Nacional de Artes Plásticas, inició el pasado día 22 una performance en Madrid, en la que una treintena de parados escribe en blocs durante todo el día la frase «el trabajo es la dictadura». Esta acción ha ocupado páginas de diarios y vídeos en cadenas de televisión y, sobre todo, la interacción como arte está resurgiendo como un elemento imprescindible de la creatividad actual.
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