«El sentimiento de musicalidad durante la evolución de la línea. La sorpresa que produe el cantar de un color al lado de otro, ambos imaginados. La tensión exultante y la calma, el tiempo diferente, la duración de la memoria independiente». Como una relación íntima entre la pintura y la música definía el proceso de creación artística uno de los artistas más destacados de la abstracción española, Pablo Palazuelo (1915-2007). Y esa vertiente es la que se ha rescatado en la exposición Calcografías musicales, con la que el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante abrirá la temporada el próximo día 13.