El MACA presenta la segunda exposición dentro del programa «Contexto vanguardias» con dos obras de Kurt Schwitters. Con este programa se trata de mantener un diálogo permanente entre las obras de la colección del IVAM pertenecientes a las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX y las obras de la Colección Arte Siglo XX, de forma que se establezcan lecturas complementarias, miradas transversales, apoyo y contexto para algunas piezas que, en comunicación con otras, fortalecen su lenguaje y mensaje y completar la visión de una época fundamental de la modernidad que transita por caminos entre la tradición y lo nuevo. Hacerlo en el MACA, en Alicante, junto a las mismas obras de la Colección Arte Siglo XX permitirá que el visitante pueda disfrutar de obras nunca vistas en la ciudad y son referentes de la historia del arte que forman parte de los excelentes fondos de la institución que diriges.
Esta segunda exposición está formada por un conjunto de dos obras de Kurt Schwitters, uno de los artistas más radicales del panorama artístico del siglo XX, siendo la continuación de la anterior “Contexto Vanguardias” y que convivirán en la primera sala del museo junto a sus contemporáneos Julio González, Pablo Gargallo o Juan Gris.
El artista
El artista alemán Kurt Schwitters (Hannover, 1887 – Ambleside, Reino Unido, 1948) fue uno de los principales y más influyentes protagonistas del movimiento dadá. En 1919 construyó sus primeros collages y assemblages con materiales de desecho, que denominaría Merz convirtiéndolos en símbolo de un mundo en ruinas. Realiza un arte multidisciplinar, libre de las convenciones artísticas tradicionales y Merz daría nombre a sus poemas, su revista, su teatro y sus collages o construcciones escultóricas.
Abandonó sus estudios de arquitectura en su ciudad natal para trasladarse a Dresde, donde visitó la Kunstakademie con el propósito de convertirse en pintor. Tras unos comienzos ligados al impresionismo y algo más tarde al expresionismo, en 1918 expuso sus primeras obras de estilo cubo-futurista en la galería Der Sturm de Berlín. Un año más tarde construyó sus primeros collages y assemblages con materiales de desecho, que denominaría Merz, nombre derivado de la mutilación fortuita de la palabra Kommerz, que había utilizado en uno de sus collages. Merz se convertiría en sinónimo del nuevo arte multidisciplinar que realizaría a partir de entonces, libre de las convenciones artísticas tradicionales y que daría nombre a sus poemas, su revista, su teatro y sus construcciones esculto-arquitectónicas (Merzbau). Él mismo definiría este proceso artístico como consecuencia del momento histórico en que le había tocado vivir: «La Gran Guerra ha terminado, en cierto modo el mundo está en ruinas, así pues, recojo sus fragmentos, construyo una nueva realidad».
Su obra fue prohibida por las autoridades nazis a su llegada al poder en 1933 e incluida en las listas de «arte degenerado». Al saber que era buscado por la Gestapo se exilió a Noruega en enero de 1937, dejando en Alemania a su esposa Helma. Tras la invasión nazi del país nórdico huyó en barco a Edinburgo. En el Reino Unido le consideraron como un enemigo extranjero y pasó por varios campos de internamiento, recalando finalmente en el Campo Hutchison de la Isla de Man. Una vez liberado, pasó por Londres y, finalizada la guerra, se trasladó al Distrito de los Lagos en el norte de Inglaterra. En octubre de 1946 se rompió una pierna tras una caída de la que nunca se recuperaría. Falleció en Kendal el 8 de enero de 1948; dos días después se le informaba por carta de que le había sido concedida la ciudadanía británica.