Colección Diputación de Alicante. Depósito temporal.

Eusebio Sempere, División de círculos azules, 1976, Gouache sobre tabla

Eusebio Sempere Juan, Movimiento virtual rotatorio, 1969, Gouache sobre tabla

Eusebio Sempere Juan, Relieve luminoso móvil, 1959, Ensamblaje de acrílico sobre madera, plástico y sistema eléctrico.

Fechas de exposición: Desde enero de 2015 hasta enero de 2017.

Prórroga del convenio de depósito firmado en diciembre de 2016 por cinco años más.

Eusebio Sempere (Onil 1923-1985) escultor, pintor y artista gráfico, es el artista más internacional del panorama artístico alicantino y uno de los representantes más genuinos de la abstracción geométrica y de las tendencias ópticas y cinéticas. Tras estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos se trasladó a París en 1949, donde conoció la obra de autores como Mondrian, Kandinsky, Vasarely, Arp, Klee o Picasso y donde se relacionó con los artistas más importantes del momento. En esa época, abandonaría la figuración y comenzaría su andadura por el arte geométrico desarrollando dos importantísimas series: los “gouaches sobre cartulina” y los “relieves luminosos”. En los gouaches buscó la creación de un alfabeto artístico propio y fijó las bases de su lenguaje plástico y de todas sus preocupaciones posteriores. Son trabajos sencillos, emotivos e ingenuos que van complicándose en un creciente interés por el volumen, la profundidad y el movimiento. Los “relieves luminosos” están resueltos en versión tridimensional mediante una caja de madera con diferentes planos iluminados por medio de un pequeño motor eléctrico y se convirtieron en la principal aportación al movimiento óptico y cinético del artista alicantino.

A esta serie de obras experimentales, pertenece el Relieve luminoso móvil de 1959, colección Diputación de Alicante, una obra compleja donde se ensamblan planos de madera pintada y de plástico, que se ilumina alternativamente mediante un sistema eléctrico básico, y que surge como respuesta a un interés creciente por el trabajo tridimensional, por el volumen y la profundidad, desarrollado a lo largo de la década de los 50. Sempere utiliza las tres dimensiones para atrapar la luz, pero no una luz poética que hasta ahora surgía de la misma pintura, sino la luz eléctrica, aquella que se instala a través de bombillas, cables, casquillos, resistencias, reóstatos y alternancias. La luz era la excusa ineludible para el volumen.

Eusebio Sempere y Abel Martín regresaron a España en 1960 estableciéndose en Madrid donde tenían amigos que les prometen ayudas, colaboraciones y proyectos. Sempere se encontró con un ambiente artístico dominado por el informalismo más matérico y por la figuración realista. Y en su propia creación introdujo un cambio en el soporte de su obra: la cartulina fue sustituida por madera, una superficie dura y resistente que, preparada convenientemente por Abel Martín, será el mejor soporte para las líneas de gouache trazadas con tiralíneas. Por encima de ese fondo, gestual, grueso y empastado, la regularidad matemática de unas líneas recuerda el camino elegido: la abstracción geométrica.

Movimiento virtual rotatorio, 1969 y División de círculos azules, 1976, colección Diputación de Alicante, ambas resueltas mediante la técnica del gouache sobre tabla pertenecen a este periodo y a estas preocupaciones estéticas, aunque más depuradas. Han desaparecido los fondos matéricos y en vibrantes colores azules casi negros o en rosados y azules casi violáceos, Sempere consigue establecer una sugerente composición geométrica estructurada en cuadrados. Las obras de este periodo se irán perfeccionando en ejecución, siendo cada vez las líneas más finas y pulcras, de una regularidad matemática, y degradándose el color, volviéndose su pintura más espiritual, casi mística, con sutiles y etéreos efectos de luz.

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